martes, 26 de octubre de 2010

Crisis....qué Crisis??

Estoy empezando a pensar que la palabra Crisis se refiere a un derivativo de alguien que se llama Cris, Cristi o algo así porque lo que viene siendo 'Crisis', tal y como lo conocíamos hasta ahora.....debacle, crack, momento perruno, estado baja de forma.....va a ser que no. Si no que me lo expliquen. Acabo de ver las fotos de la fiesta que cada año organiza la revista Telva: Los premios 'T de Triunfadores de la Moda'. Allí había de todo menos crisis. Vestidos de lujo, tules, brillos, organzas, escotes y espaldas vertiginosos, encajes, joyas.....y la Infanta Elena bien flamenca. En todos los sentidos. El único detalle en contra, ese peinado que la hace más antigua de lo que su cara ya asemeja. Ahora bien, un vestido de volantes espectacular y unos hombros y clavícula a la par....huesuda, que no se diga entre cuñadas. A ver quién gana en huesos. Debe ser que a unos les va muy requetebien bien y a otros catrastróficamente. La desproporción que vive este mundo. La presentadora Mariló Montero espectacular, como siempre. Vicky Martin Berrocal, tan andaluza, tan Julio Romero de Torres: negro, encaje y pelo recogido atrás. Eso sí, su mirada y su boca, situadas en la misma posición de siempre. Le hace falta un novio/, perro, hijo, lo que sea, algo para cambiar de hábitat, que ya cansa ella solita. La presentadora del telediario de Antena  3, Mónica Carrillo, desafortunada en la elección de su peinado, la hacía mucho más mayor, nada natural. Parece mentira que anuncie cremas para no envejecer. Mar Flores con un ajustado vestido negro del que parecía iba a resbalarse esa incipiente barriga que porta gemelos en su ser. Juncal Rivero, ¿qué ha sido de ella?, tan aburrida como de costumbre....parecía, de cintura para arriba, sacada de la serie de tv que se estrenaba esa noche en Antena 3, 'Hispania'. Y así, más y más. Toda una pasarela de VIP´s muy artificial, cuando vemos que cada día surgen más gentes recogiendo comida de los contenedores de basura. Roban más imágenes y los cepillos en las iglesias. Atracan a diestro y siniestro......no pega tanta fiesta de lujo en España. Desentona. Un toque de atención si merece ese dispendio innecesario. Poco y con gusto también satisface. Creo que en la medida justa radica la elegancia y el saber estar.




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